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La Madre de todos los corales

Luis Roberto Robles J.

Los ecosistemas más biodiversos del planeta son los arrecifes de coral. Los arrecifes se forman en las aguas cálidas (poco productivas) y someras. Existen desde el cretácico, hace más de 140 millones de años. Estos ecosistemas sirven como refugio y fuente de alimentación de miles de especies y se pueden extender por varios kilómetros como la Gran Barrera arrecifal al noreste de Australia o el Sistema Arrecifal Mesoamericano que inicia en Isla Mujeres en Quintana Roo y termina en la frontera entre Honduras y Costa Rica. Los organismos responsables de construir los arrecifes son los corales, principalmente los del orden escleractinia, popularmente llamados ‘corales masivos’. Los corales son superorganismos balanceados, variados, simples y bellos. Son parientes de las anémonas y al igual que estas, tienen forma de pólipo, pero no son individuos sino colonias de pólipos conectadas por tejido vivo. La función más importante de estas colonias es generar su esqueleto y esto lo logran secretando constantemente mineral de carbonato de calcio llamado aragonita, y es importante porque este esqueleto es el elemento que le da estructura al arrecife. Además, en sus diminutos tentáculos se alojan cientos de microalgas conocidas como zooxantelas, las cuales ayudan a la colonia a obtener energía a través de la fotosíntesis y aportan nutrientes y elementos minerales al resto de los organismos, por esto los arrecifes se consideran verdaderos oasis en el medio de las aguas poco productivas.

Fotografía De Vista Aérea De La Isla

La colonia de coral más grande del mundo se encuentra en Samoa Americana, en un complejo arrecifal llamado Isla de los Gigantes. Esta colonia es conocida como ‘Big Momma’ (La Gran Matriarca) y es una coral del género Porites, por sus dimensiones (41 metros de circunferencia y más de 6 metros de alto) se calcula que ha vivido más 600 años. Esto quiere decir que ‘La Gran Matriarca’ comenzó su construcción durante el feudalismo, era una colonia joven durante la conquista de América y se convirtió en una colonia madura durante las revoluciones de independencia, vio llegar las naves de la nueva potencia norteamericana a las aguas de Oceanía, sobrevivió a las pruebas de las armas nucleares llevadas a cabo en atolones cercanos, ha sobrevivido a cientos de olas de calor y fenómenos naturales y hoy es testigo del cambio climático que comenzó en 1850 con la revolución industrial.

No es casualidad que esta antigua y gigantesca colonia haya sobrevivido a la historia, pues el programa de Santuarios Marinos de la Administración Norteamericana del Océano y la Atmósfera ha estado haciendo grandes esfuerzos en la conservación de los arrecifes. De hecho, gracias a el buen trabajo que se ha realizado en el Santuario Marino Isla de los Gigantes, los investigadores han registrado en cada nueva visita grandes colonias de diferentes especies que al igual que ‘La Gran Matriarca’ han habitado el océano durante siglos y con el compromiso y enfoque correcto, seguramente seguirán resguardando los arrecifes.

Fotografía Submarina De Arrecifes De Coral En El Agua

 

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